Si existe un “no lugar”, ese es la “Brigada 24”. Un
espacio que nadie elige habitar pero que, para algunos, es obligatorio
transitar. Y, en esta especie de “limbo” carente de incentivo y vitalidad,
permanecer en forma indefinida tiene sus consecuencias. Hacía allí son enviados
efectivos de la policía que han cometido algún ilícito o deben purgar algún
“pecado inconfesable”, esos que vulneran el código de la fuerza. Los que cumplen
su condena son reincorporados a servicio activo; sin embargo hay otros que, por
distintos motivos, jamás abandonan ese “destierro” hasta que les llega la tan
ansiada jubilación.
Al frente de la brigada se encuentra
Federico Castro/ Gabriel Corrado. Pero sus
decisiones están supeditadas a la supervisión de Guillermo Inchausti/ Oscar Martínez, responsable máximo del
establecimiento. Su rango en la fuerza y su enorme poder lo vinculan también
con altos exponentes de la delincuencia, con quienes suele hacer negocios “non
sanctos”.
La “Brigada 24” será también destino
inevitable para Victorio “Vico” Villa/ Facundo Arana y
Paula Pico/ Romina Gaetani, dos oficiales con una foja de
servicios intachable pero que, por un error de procedimiento, son conminados a
pasar un tiempo indeterminado allí, sin posibilidad de defensa alguna, y
controlados en forma encubierta por Martina Mendoza/ Eleonora Wexler.
Esta situación límite no los amedrentará. Antes bien, aunarán sus fuerzas para
convertir a los miembros de la brigada en un equipo dinámico y proactivo, con
la meta de llegar a ser un verdadero cuerpo de elite.